Organizó el servicio del Hospital Clínico con criterios modernos y prestó una gran atención a la anestesia, la cirugía torácica (con Lluís Sayé), la neurocirugía (con Adolfo Ley Gracia) y la angiocirugia (con Bel·larmí Rodríguez i Arias).
Fue uno de los pioneros en España de las operaciones a tórax abierto, y practicó las primeras toracoplastias selectivas en neurocirugía y cirugía vascular.
Participó en los sucesos que llevaron a la proclamación del Estado catalán en octubre de 1934, siendo detenido y encarcelado en el buque Uruguay.
Al final de la guerra en 1939 se exilió en Bogotá (Colombia), donde trabajó como cirujano.
A pesar de su interés, nunca pudo ejercer la docencia universitaria en el exilio.