Antonín Bajaja

Durante los seis años siguientes, Bajaja trabajó en la novela epistolar Na krásné modré Dřevnici (2009), cuyo título alude al río Dřevnice —afluente del Morava que pasa por Zlín—, río de la infancia del autor.

El propio autor comparó su prosa con la cinta cinematográfica de Roberto Rossellini Roma, ciudad abierta, donde la protagonista principal es la capital italiana.

[2]​ Casi toda la obra de Antonín Bajaja está ambientada en la Valaquia Morava rural.

La falta de raíces del hombre contemporáneo —resaltada ya por Dostoievski, Zola, Kafka o Camus, entre otros— es valorado negativamente por Bajaja.

A diferencia de autores contemporáneos como Vladimír Páral, Bajaja enfocaba sus trabajos en el devenir diario, a menudo carente de significado y sin sentido, y apenas animado por las diversiones que ofrece el sexo.