Su primer aprendizaje fue con el artista perugino Giovanni Domenico Angelini, que le adiestró en el trabajo a pequeña escala, principalmente sobre cobre.
Una década después (1591), Antiveduto se independizó como artista.
Caracterizado por Giulio Mancini como muy celoso de su profesión, Antiveduto ingresó en la Accademia di San Luca en 1593.
No le duró demasiado el cargo, pues el mismo año fue destituido tras una áspera disputa con su colega Tommaso Salini.
A través del cardenal Del Monte, entró en contacto con el joven Caravaggio,[1] que parece fue ayudante suyo durante un breve período de tiempo.