Una tercera parte es el epodo, que cierra y une las otras dos, ejemplificando así la triple forma en que se compusieron los antiguos himnos sagrados de Grecia, desde los días de Estesícoro en adelante.
[2] La estrofa y la antiestrofa son, sin embargo, idénticas en su estructura, constando del mismo número de versos.
[3] Por todo ello, la antiestrofa, reproduce el ritmo de la estrofa, pero también realiza repeticiones sonoras, verbales y temáticas.
Este movimiento se concibe fácilmente en el marco de una orchestra arcaica trapezoidal o rectangular.
Al movimiento hacia la izquierda, lo llamaban antiestrofa, del griego ὰντὶ, "contra", y στροφὴ, de στρέφω, "giro", "vuelta".