El anticlímax, del griego anti ('contra, opuesto') y clímax ('punto culminante'), es una figura literaria que consiste en una gradación de términos negativos y opuestos a los evocados durante una primera gradación de términos positivos.
Permite contradecir por antítesis la primera idea evocada y se utiliza especialmente en los argumentos.
Se opone a la gradación ascendente (términos cada vez más laudatorios) también llamada clímax.
En estilística, el anticlímax a veces se toma como el equivalente del bathos y significa un cambio imprevisto del estilo elevado al estilo trivial, a menudo con un destino cómico.
Es en este caso, sobre todo, una figura retórica que encontramos sobre todo en el género dramático: en el teatro clásico, especialmente como en Jean Racine en su Ifigenia.