Se le describe con una forma semejante a una estrella fugaz, aunque de mayor tamaño.Es tomado por ser maligno que penetra en el desprevenido, enfermándole y conduciéndole a la locura.Las víctimas pueden llegar a morir y, según algunos testigos, presentan en el cuerpo manchas rojizas que se asemejan a la de los gatos silvestres.[1] Asemejando a una estrella fugaz, la Antahualla cae del cielo.Posee ojos grandes y muy brillosos (si se le mira, se caerá en el encanto) tiene cuatro patas, su pelaje es muy brillante y tiene una extensa cola que parece la de un cometa caído del cielo, algunos dicen que en esa cola tan enorme lleva el alma de sus víctimas.