Enterado Alcibíades de que el navarco espartano estaba preparando su flota en Éfeso, zarpó con todos sus trirremes rumbo a dicha ciudad.
Pero Antíoco le desobedeció porque «ansiaba realizar una acción brillante»,[1] armó los diez mejores trirremes y ordenó a los trierarcas que dispusieran los restantes para una posible batalla.
[2] Diodoro indica que navegó hacia el enemigo desafiándole a presentar batalla.
[1] El almirante espartano, a quienes unos desertores le habían informado de la partida de Alcibíades, aprovechó la ocasión para salir al encuentro de los atenienses, según Diodoro con todas sus naves,[3] pero Jenofonte precisa que Lisandro primero botó unos pocos trirremes y persiguió a Antíoco.
Los otros nueve fueron puestos en fuga y perseguidos, hasta que los trierarcas acudieron con el resto de la flota a prestarles ayuda.