Tiene la cabeza más o menos larga pero menos puntiaguda que otros anolinos; tiene una coloración carmelita oscuro o marrón.
Está salpicado con manchas amarillentas y grises como también de colores similares al ocre y al rojo bermellón.
Tiene patas muy largas y una piel bastante escamosa.
Este lagarto tiene una vida casi acuática, vive cerca de los ríos o en los mismos.
Tan adaptado está al ecosistema que puede con gracia y agilidad caminar tanto sobre el agua como por tierra para escapar de sus depredadores.