[5] Aunque comúnmente son llamados como "camaleones" (mayormente en estados unidos), los anolis están filogenéticamente más relacionados con las iguanas que con los "verdaderos" camaleones (quienes están más relacionados con los agámidos).
Vance T. en 1991 describió la subespecie Anolis carolinensis seminolus basándose en variaciones morfologícas.
Los machos pueden mostrar una cresta dorsal pronunciada detrás de la cabeza cuando se exhiben o cuando están bajo estrés.
Aunque a menudo se afirma, la evidencia no respalda que lo hagan en modo de camuflaje.
[5] Muchas personas que tienen estos lagartos como mascotas los alimentan con tenebrios, larvas, gusanos y pequeños grillos.
Los principales depredadores incluyen el eslizón de cabeza ancha, serpientes, aves y, en los hábitats urbanos, gatos domésticos.
[5] Los abaniquillos verdes son parasitados por algunas especies de moscas sarcófagas, incluida la Lepidodexia blakeae.
La infección suele ser fatal, con tasas de mortalidad que posiblemente lleguen al 90%.
[5] Puede desarrollarse una nueva cola que contiene cartílago en lugar de hueso; normalmente la cola no volverá a crecer hasta la misma longitud que la primera, y puede mostrar una marcada diferencia en color y textura con respecto al resto del animal.
La temporada de reproducción típica de los abaniquillos verde comienza en abril y termina a fines de septiembre, la actividad gonadal está regulada en gran medida por el fotoperíodo, aumenta en primavera a medida que el clima se calienta y los días se alargan, y luego retrocede a fines del verano.
[5][6] Durante este tiempo, los machos "patrullan" su territorio y muestran sus más brillantes exhibiciones.
El macho corteja y persigue a una hembra hasta que los dos se aparean con éxito.
La mirada de un macho cortejando induce el desarrollo ovárico, la receptividad sexual y luego la ovulación.
Sin embargo, puede almacenar esperma hasta ocho meses después del apareamiento.
En climas fríos, los abaniquillos verdes buscan refugio pero no se adentran bajo tierra.
En 2011, el genoma completo de este lagarto fue secuenciado y publicado en Nature.