Se alimentan de material en suspensión que incluye plancton y detritos orgánicos finamente divididos.
[8] En Argentina se ha encontrado en las provincias de: Jujuy, Salta, Tucumán, Formosa, Chaco, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, San Luis, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Catamarca.
Se encuentran casi totalmente enterrados ya sea en un fondo fangoso o fangoso-arenoso, formados por grandes cantidades de partículas muy finas (limo-arcilla) en regiones de pequeños rápidos en los ríos o en los estanques sometidos a inundaciones periódicas durante la estación lluviosa.
[12][13] En los últimos años se han encontrado registros fósiles en otras regiones de Argentina, como en los Valles Calchaquíes, al noroeste del país.
1500 d. C.[17] Además del uso ornamental y ritual que tiene desde la antigüedad, el uso como utensilio está presente en algunos pueblos indígenas de la Argentina, inclusive hasta la actualidad.
Hay varios trabajos interesantes que analizan detalladamente su potencial en Perú,[19] Costa Rica[20] y Brasil.