Es una de las varias películas producidas por el estudio a finales del siglo XIX.
Cada corto muestra la popular danza serpentina interpretada por Annabelle Moore.
Muchas de las versiones se distribuyeron en color, que fue teñido a mano.
La primera bailarina lleva una falda acampanada, sostenida por sus manos con los brazos extendidos.
Da patadas altas, hace reverencias y se mueve a derecha e izquierda.