Mientras tanto, Stiva se reúne con su viejo amigo Konstantín Levin, un rico terrateniente y aristócrata que no es bien recibido por la élite de Moscú, ya que prefiere la vida del campo a la de la ciudad.
Sin embargo, Kitty se niega, pues espera casarse con el Conde Alekséi Vronsky.
Más tarde, Levin se reúne con su hermano mayor Nikolái, que ha rechazado su herencia y vive con una prostituta llamada Masha.
Una vez allí, Anna conoce al propio Vronsky, y sienten una atracción mutua inmediata.
Tiempo después, Levin ve a Kitty pasar en un carro y se da cuenta de que todavía la ama.
Unos meses después, Anna recibe a Vronsky en su casa en San Petersburgo y se queja de por qué no llegó antes.
Mientras tanto, Levin y Kitty se reúnen en la casa de Stiva, donde también está Karenin.
Este le anuncia a Stiva que se está divorciando de Anna.
La princesa Betsy habla con ella sobre su futuro con Vronsky ahora que está de vuelta en Moscú.
Una vez allí, la clase alta la mira con desdén por ser alguien que "ha roto las reglas".
Al día siguiente, almuerza en un restaurante donde sigue recibiendo el rechazo de la nobleza.
Angustiada, toma el tren para ver si Vronsky está verdaderamente con su madre.
En el camino no deja de imaginarse a Vronsky y la princesa Sorókina teniendo relaciones sexuales.