Anna Hazare

Su intención siempre ha sido contribuir a crear un entorno modélico, fundamentado en la paz y el respeto.

Desde 2011 mantiene un pulso con el Gobierno indio por la moralización de la vida pública.

Hazare pretendía que fuera aprobada una rigurosa ley contra la corrupción y que fuera creado el puesto de Defensor del Pueblo.

Cuatro meses después, Hazare volvió a ponerse en huelga de hambre al considerar que los proyectos de ley en los que estaba trabajando el Gobierno eran un "chiste cruel".

[2]​ Según el Daily News and Analysis, Hazare es una de las cincuenta personas más influyentes en 2011.