Anillo de boda

La costumbre establece que la pareja debe entregarse mutuamente anillos como símbolo de alianza matrimonial, colocándoselos en la ceremonia nupcial.

Sin embargo, se trata simplemente de una costumbre (al igual que la entrega previa del anillo de compromiso), la cual aunque es tradicional, no es esencial en la celebración del matrimonio: ya que su ausencia no invalida el consentimiento dado en la ceremonia y, por lo tanto, el matrimonio celebrado sin el intercambio de los anillos sería perfectamente válido.

Hay varios dichos sobre los anillos de boda pero en diferentes puntos no es necesario llevar uno para que se sepa que están casados; por lo tanto hay varias costumbres sobre el usar la alianza (anillo) en diferentes comunidades.

Al colocarse los anillos en los dedos anulares, las parejas casadas se declaran simbólicamente su amor y fidelidad para toda la vida.

[1]​ Este símbolo tiene un significado social y hoy en día se considera una cuestión de tradición y etiqueta, hasta el punto de que su ausencia se interpreta a menudo como que uno está solo.

Con efecto, según dice Clemente Alejandrino, se solía dar el anillo a la mujer no por adorno sino para sellar las cosas de la casa (non ornatus gratia, sed ut obsignaret qua domi erant)[5]​ pues era práctica asegurar con el sello las arcas, cajones y demás utensilios en que se conservaba en las despensas la provisión de comestibles para evitar toda sustracción y extravío por los esclavos.

Intercambio de anillos entre los novios.
Anillos de bodas