La Anguila peluda es una figura criptozoológica perteneciente a la cultura y el folklore canario, concretamente de la región del macizo de Anaga, Tenerife.
Esta leyenda acabó por darle el nombre al propio charco, el Charco de la Anguila en el barranco del Palmital.
[1] El historiador lagunero Manuel de Ossuna y Van Den Heede escribió en su obra «Anaga y sus antigüedades» (1897):[2][3] El «barranco de los Infiernos» al que alude el autor es el actual barranco del Palmital.
Según las leyendas populares, la criatura era un ser monstruoso; con una cabeza cubierta de pelo y malicia amenazante en la mirada.
Tras esto, la criatura murió o desapareció.