Afirmó ser una figura importante que fue convertida por el Apóstol Pablo, autor de la mayor parte del Nuevo Testamento, y su obra gozó de mayor influencia de la que tendría si hubiera usado su nombre real, hasta que Erasmo hizo públicas las dudas sobre la edad del trabajo a principios del siglo XVI.
La Summa theologiae afirma que existen diferentes grados con respecto a la creación, sobre el poder de intercesión a Dios y de entrega directa en las vidas humanas.
Los ángeles "buenos" buscan en todo momento, para dirigirnos hacia la verdadera fuente de la felicidad, Dios.
Se comenzó a creer que son mensajeros entre Dios y los hombres.
[5] En la Tanaj solo se da nombre a dos ángeles: Arcángel Gabriel, que, según se cree, iluminó el entendimiento de Daniel, y el arcángel Miguel, considerado protector de Israel (Daniel 12:1).
En el Nuevo Testamento los fariseos creían que los ángeles comunican al hombre con la voluntad de Dios (Hechos 23:9), mientras que los saduceos no creían ni en ángeles ni en espíritus (Hechos 23:8).
Jerónimo (347-420 d. C.) pensaba que al nacer, a cada persona se le entregaba un ángel guardián.
En la Biblia se menciona varios tipos específicos de seres celestiales.
La primera jerarquía angélica contempla directamente a Dios y canta su gloria.
Está compuesta por: La tradición coloca a los serafines en el rango más alto de la angelología cristiana y en el quinto rango de diez en la jerarquía angélica judía.
Esta escena del trono, con su triple invocación a la santidad, influyó profundamente en la teología, la literatura y el arte posteriores.
Su influencia se ve con frecuencia en obras que representan ángeles, cielo y apoteosis.
En la tradición cristiana occidental, los querubines se han asociado con el putto (derivado del clásico Cupido/ Eros), lo que resulta en representaciones de querubines como niños pequeños, regordetes y alados.
Los pertenecientes a la tercera jerarquía angélica tienen como misión la de actuar como mensajeros divinos.
La palabra arcángel sólo se usa dos veces en el Nuevo Testamento : 1 Tesalonicenses 4:16 y Judas 1:9 .
En la mayoría de las tradiciones cristianas, Gabriel también se considera un arcángel, pero no existe un apoyo literario directo para esta suposición.
Su misión es dar alabanzas y adoración: El principal de los ministerios que tienen los ángeles buenos es aquel de alabar y ofrecer incesante adoración a Dios, porque, conforme a la Biblia, Él es Digno (Is.
6:3); otras funciones que la Iglesia sostiene incluyen el traer la ley de Dios a su pueblo (Hch.