[1] La bebida gozó de un gran éxito, y Mariani elaboró también elixires, pastillas e infusiones con coca, cuya esencia no pudo destilarse hasta 1860.
[4] En 1873, compró su farmacia en el bulevar Haussmann, se trasladó al número 11 de la calle Scribe y adquirió un terreno en Neuilly-sur-Seine donde creó su fábrica, laboratorios, bodegas e invernaderos.
En 1880, hizo construir la “villa Andréa” en la localidad de Valescure, en Saint-Raphaël, en la Costa Azul.
[10] La idea de añadir coca al vino no era nueva, aunque posteriormente Mariani reivindicó un papel pionero.
Ansioso por inventar su propia especialidad para asegurar su fortuna,[13] el joven patentó la preparación a la que denominó “vino tónico Mariani con coca del Perú”, pronto conocida con el nombre comercial vino Mariani.
La bebida tuvo un gran éxito y le valió fama en toda Europa: recetada con éxito para combatir la gripe, el vino se jactaba de tratar enfermedades nerviosas, anemia e impotencia.
[24] Todo cambió cuando Mariani visitó a Albert Robida, diseñador de La Vie parisienne, en 1877.