Posteriormente sería secretario del Cardenal Ottoboni.
Hasta 1690 estuvo al servicio de la reina Cristina de Suecia, junto a Arcangelo Corelli y el chelista Filippo Amadei.
Actuaron en óperas de Flavio Carlo Lanciani (1667-1706) y Alessandro Stradella.
Como biógrafo,[1] dejó una historia de esta institución, con los retratos y las memorias de los cantantes (en la Capilla Sixtina), bajo el título de Osservazioni per il ben regolare coro dei cantori della Cappella Pontificia (Roma, 1711).
[2] Se afirma que era muy apreciado por los romanos por su persona, así como sus dotes musicales.