Aquel año firmó números que le valieron ser un top 10 del draft: 15.8 puntos, 5.4 rebotes, 5.6 asistencias y 2.5 robos de balón, mejorando muy sensiblemente los números de su tercer año.
Compartía equipo con Keith Van Horn y Michael Doleac, que a la postre también jugarían en la NBA.
Los promedios de su año rookie fueron alentadores, 11.1 puntos, 5.8 asistencias y 3.4 rebotes en una franquicia en completa reconstrucción como eran los Cavs.
En las dos siguientes campañas, desde el 2000 al 2002 se instalaría entre los mejores bases de la liga.
Durante su carrera, Andre Miller se ha consolidado como un jugador de hierro, perdiéndose tan solo cinco partidos en el tiempo que lleva en la NBA.
En su primer partido con Denver, Miller terminó con 18 puntos, 5 rebotes, 5 asistencias, 3 robos y 1 tapón en la victoria por 115-93 sobre los campeones defensores Dallas Mavericks.
Con la selección júnior estadounidense, participó en el Mundial Sub-21 de 1997 quedando en quinta posición.