Al final de su vida pasó a ser el tercer hombre más premiado en la historia de la Unión Soviética.
[1] Aleksándrov tuvo participación de importancia durante la II Guerra Mundial, cuando creó (en colaboración con Ígor Kurchátov) un método para desmagnetizar los buques para protegerlos de las minas marinas alemanas.
El método fue efectivo a finales de 1941 y permanece vigente hasta nuestros días.
Ambos, Aleksándrov y Kurchátov, trabajaron en el Instituto Ioffe por aquel entonces.
Este accidente incitó al Gobierno soviético a suspender y revisar el programa nuclear.