Anarquía de Samarra

La etapa caótica comenzó en el 861 con el asesinato del califa al-Mutawakil por sus guardias turcos.

Su sucesor, al-Muntasir, apenas gobernó seis meses antes de fallecer, posiblemente envenenado por los jefes militares turcos.

Las divisiones entre los caudillos turcos le permitieron huir a Bagdad en el 865 y contar con el apoyo de algunos de ellos (Bugha el Joven y Wasif) y el de los tahiríes, pero el resto del ejército turco escogió un califa rival, al-Mutaz y sitió Bagdad, que hubo de capitular en el 866.

Al-Mutaz era capaz, tenía iniciativa y trató de domeñar a los jefes militares y excluir al ejército de la administración civil.

Pese a que el gobierno abasí logró recuperarse algo en las décadas siguientes, la «anarquía de Samarra» lo debilitó permanentemente, desbaratando su estructura, socavando su prestigio, y avivando y facilitando las tendencias secesionistas y rebeldes en las provincias.

Árbol genealógico de la dinastía abasí a mediados y finales del siglo IX