El anacoluto o solecismo es un cambio repentino en la construcción de la frase que produce una inconsistencia, como si se hubiera cambiado la estructura sintáctica a mitad de la frase.
Es habitual e inconsciente como parte del habla informal, pero en algunos casos se utiliza intencionalmente, como figura retórica.
En este caso suele denominarse reticencia, y consiste en dejar incompleta una frase o no acabar de aclarar una especie, dando a entender el sentido de lo que no se dice.
Anacoluto proviene del latín anacoluthon, y este del griego ἀνακόλουθον (anakólouthon; ‘que no sigue’, ‘inconsecuente’); palabra compuesta con el prefijo privativo ἀν- (an-) y la raíz ἀκόλουθος (akóluthos; ‘acólito’, ‘consecuente’, ‘compañero de camino’).
Su prácticamente sinónimo, «solecismo», proviene del latín soloecismus, que a su vez deriva del griego σολοικισμός (soloikismós, ‘error sintáctico’).