En 1953, fue Señorita México y la cuarta finalista del concurso Miss Universo.
Obtuvo un papel en 1952 en La justicia del lobo, compartiendo créditos con el actor Dagoberto Rodríguez y la actriz Flor Silveste, esta sería oficialmente su primera de muchas películas.
Gracias a su coronación como Señorita México, Ana Bertha logró la clasificación automatica para representar a México en el concurso Miss Universo, superando sus propias expectativas logró el cuarto lugar del certamen, aunque sería coronada como Miss Universo la francesa Christiane Martel.
A pesar de que su padre asesinó a su prometido, Ana Bertha y su hermana Luz María visitaban a su padre constantemente en la cárcel de Lecumberri, la celda del Gordo Lepe se encontraba en la Crujía I del penal junto a la del muralista David Alfaro Siqueiros que se encontraba preso injustamente por el délito de Disolución Social, a pesar de las adversidades que enfrentaban el padre de la actriz y el pintor mexicano entablaron una duradera amistad.
En 2006 su salud era frágil: a raíz del alcoholismo sufría serias lesiones en la columna vertebral, problemas gástricos y hepáticos, por lo que pasaba su tiempo recluida en su rancho de Texcoco.