Se logra inyectando la muestra en disolución, en una corriente portadora que fluye a través de diferentes tubos, transportando los reactivos.FIA es un método automatizado de análisis químico en el que se inyecta una muestra en una solución portadora que fluye por diferentes conducciones mientras se va mezclando con otros reactivos, hasta llegar a un detector.La muestra transportada por la disolución portadora, se va uniendo con los diferentes reactivos en determinados puntos de mezcla para, seguidamente, ser llevados hasta un tubo en espiral o serpentín ("coil" de reacción en el argot técnico) donde se produce la reacción.La convección de la muestra se produce por flujo laminar, en el que la velocidad lineal de la muestra en las paredes del tubo es cero, mientras que la muestra en el centro del tubo se mueve con una velocidad lineal dos veces mayor que la de la corriente portadora.El resultado final es un perfil de flujo parabólico,[7] que hace que la señal del detector se registre como una curva gaussiana asimétrica, de aspecto similar a los picos cromatográficos.
Diagrama que muestra los conceptos básicos del análisis de inyección de flujo.