Casi todos los ritos disponen de diversas anáforas.
Tanto en Oriente como en Occidente, ya sea en la Iglesia Católica, las Iglesias Ortodoxas o las Iglesias Orientales, la anáfora es precedida por el credo y el ofertorio y está compuesta por distintos elementos: Según el rito, puede haber más oraciones o himnos dentro de la Anáfora; por ejemplo, en España el rito toledano añade una oración variable denominada Post Sanctus.
Sus sinónimos son prosphora, thysia, prosagoge, proskomide.
Entre los coptos significa toda la misa; pero ordinariamente da nombre sólo a lo que va desde el diálogo del prefacio hasta el fin.
Anáfora significa asimismo en la liturgia griega las oblaciones, en particular el pan fermentado destinado al sacrificio.