[5] Desde muy pequeña, destacó cantando en casa junto a su padre Don Chano y en los actos escolares.
A los 19 años, en 1965 participó y ganó un concurso en su ciudad natal, con la canción llamada Hermosísimo Lucero.
Desde entonces empleó la música para defender temas sociales, tanto mexicanos como del resto de Latinoamérica.
Amparo cantaba en la Universidad, en la Casa del Lago, en los bares, en las cafeterías, y en las primeras peñas de la época.
Tuvo dos hijos, Isaac y María Inés; esta última decidió, como su madre, dedicarse al canto.