Esta configuración, que es una versión opuesta a Pangea última, podría efectuarse si la dorsal mesoatlántica del océano Atlántico continúa abriéndose mientras Eurasia rota bajo el impulso de África en dirección al norte.
El Atlántico actual habría crecido entonces hasta convertirse en el océano más grande del Nuevo Mundo.
En esta visión del futuro, Australia continúa hacia el norte, mientras que África y la Antártida permanecen más o menos en su posiciones actuales.
África Oriental y Madagascar se mueven a través del océano Índico hasta llegar a Asia; Australia ya ha tocado el sudeste asiático».
En el futuro ideado por Livermore, todos los actuales continentes forman parte: «No creo que la Antártida se quede en el polo -afirma-.