Amalio Cuenca

Guitarrista desde niño, fue hijo de un relojero de la localidad guadalajareña de Cincovillas establecido en Riaza y posteriormente en Segovia, aprendiendo el oficio de relojero junto a su padre.

En 1890 se trasladó a Madrid y regentó una relojería en la calle de Atocha, en cuyo entorno existían numerosas cafeterías donde actuaban artistas flamencos andaluces.

Fue allí donde se introdujo en el flamenco.

Debutó en el Teatro de la Zarzuela en 1898, tocando en el intermedio del homenaje a Lucrecia Arana.

[1]​ Domingo Prat recoge una reseña de Amalio Cuenca en su Diccionario de guitarristas: Falleció en el hospital Saint Joseph de París y fue sepultado en el cementerio de Bagneux.