Always Look on the Bright Side of Life

La canción, debido a su pegadiza melodía, se ha utilizado en muchos actos públicos, como partidos de fútbol e incluso funerales.

Brian Cohen (Graham Chapman) ha sido condenado a morir crucificado por su participación en un intento de secuestro.

Según avanza la canción, los demás crucificados (140 en total, según el guion, aunque sólo se ven muchos menos en pantalla) empiezan a bailar muy limitadamente (solo con los pies o la cabeza) y a sumarse al silbido del estribillo.

La canción continúa mientras la escena cambia a un plano general de las cruces y aparecen los créditos finales.

Su aparición al final de la película, cuando está claro que el protagonista va a morir, muestra la filosofía de los Monty Python, que observan la vida y la muerte desde un punto objetivo externo a impresiones emocionales.