La alteración intencionada de billetes, mediante sellos, dibujos o inscripciones es una forma de expresión en la frontera entre el arte y el vandalismo, influida por el grafiti (especialmente por el tagging y el post-graffiti).
En teoría, en muchos estados los billetes así manipulados o enmendados con mensajes indelebles, pierden su valor legal.
En 2003 una campaña anónima en España instaba a alterar los billetes denominados en euros, para denunciar la gestión del gobierno español en el naufragio del petrolero Prestige.
Aprovechando que presentan impreso un mapa de Europa, esta campaña pedía que se pintase con tinta negra la costa española y se escribiera Nunca máis (nunca más en idioma gallego, eslogan popular y nombre de una plataforma de protesta).
En 2007 se crea otra campaña para protestar en contra del canon de la SGAE.