Alonso de Torices

El cabildo de El Burgo decidió realizar una nueva oposición, llamando a Torices, a Alonso Xuárez, que entre tanto había sido recomendado por Tomás Micieces para el puesto, y Juan García de Salazar, en ese momento activo en Toro.Salazar ganó las oposiciones y Torices permaneció en Sigüenza.Parece que el cabildo estaba contento con el maestro y lo expresó en diversas ocasiones en las actas.Se sabe que enfermó en 1667, ya que solicitó ayuda económica, «por hallarse enfermo y alcanzado en sus ingresos, en consideración también de estar sirviendo el magisterio de capilla.» En Málaga se le llama por primera vez «licenciado», lo que denota una buena formación humanísitica.Allí también acrecentó su fama, siendo llamado por la Catedral de Cartagena, lo que le valió solicitar al cabildo malacitano «2000 reales o lo que el Cabildo gustare por hallarse alcanzado con su largo viaje que ha hecho de 140 leguas».[1]​ Miguel Querol calificó al maestro Torices como «entre los principales compositores españoles del siglo XVII que han escrito obras policorales sobre textos litúrgicos y villancicos religiosos».[1]​ En La Seo de Zaragoza se conservan tres obras de Torices: los romances Qué hermosa nave y Rayos disparados, y el villancico al Santísimo Den por Dios.