Alonso de Olmedo y Ormeño (¿1626?
Olmedo actuó sobre todo en Madrid, llegando a formar una de las mejores compañías teatrales de la época; murió en 1682 de gira en Alicante con la Compañía de Escamilla y Vallejo, y se le hizo un ostentoso entierro al que acudieron el Cabildo eclesiástico y sus canónigos.
Como actor fue tan popular que llegaría a ser considerado por los cronistas como uno de los actores más grandes del Siglo de Oro.
También dramaturgo, dejó un buen puñado de entremeses (entre ellos La dama toro, Las locas caseras, El sacristán Chinchilla y Tirra, y el burlesco Píramo y Tisbe) y, sobre todo, bailes: Bernarda y Pascual, La gata gallega (representada con el Faetón de Pedro Calderón de la Barca en Palacio), La abejuela, El lantarulú o Los títulos de comedias.
También participó en la comedia burlesca Antíoco y Seleuco.