Afectado a la División Naval en operaciones en Santa Catarina comandó el Carioca en 1831, el bergantín Imperial Pedro, la corbeta Sete de Abril, la corbeta Bahiana en un viaje de instrucción por el océano Pacífico y el patacho Patagônia.
Barroso hizo transmitir por señales a sus buques tres frases que serían célebres en la historia naval brasilera: "Brasil espera que cada hombre cumpla con su deber", "Atacar y destruir al enemigo tan cerca como sea posible" y "Mantener el fuego que la victoria es nuestra".
Durante el combate la fragata a vapor Amazonas, su buque insignia, tuvo un decisivo papel.
Si bien la épica brasileña hace hincapié en su visión estratégica, testigos de la época señalan al práctico argentino Bernardino Guastavino como el responsable de señalar el peligro en que se encontraba la Parnahyba proponer una estrategia y convencer a Barroso de su factibilidad.
En esa misma ciudad en la plaza Paris del barrio de Glória se levanta un monumento en su memoria, obra del escultor Correia Lima, en cuya base se encuentra su sepultura.