Almira

Händel llegó a la ciudad Hamburgo en el verano de 1703 y tocó el violín en el teatro del Gänsemarkt, el mercado local, para más adelante tocar también el clave en la orquesta.La traducción usada por Händel fue realizada por Christian Feustking y mientras la mayoría de las partes recitadas y de las arias son cantadas en alemán, algunas se mantuvieron sin traducir.La ópera fue representada un total de veinte veces hasta que fue sustituida por la siguiente ópera de Händel, Nero, cuya música no ha llegado a nuestros días.Almira es una excepción entre las óperas de Handel, pues destaca que todos los personajes masculinos sean interpretados por hombres y no haya ningún personaje travestido.En 1732 la pieza se interpretó una vez más en una versión editada por Georg Philipp Telemann.