Allan Pettersson

Mi padre era un herrero que había dicho no a Dios, pero sí al alcohol.

A la terminación de su 5.ª sinfonía (1962), tanto su salud como su facultad para moverse estaban seriamente comprometidas.

La mayor parte de sus composiciones han sido grabadas y también están disponibles en partituras editadas.

De entre sus otras sinfonías, la n.º 7, en un único movimiento, como casi todas las demás, fue probablemente la que le hizo convertirse en un compositor famoso en su país.

Las disonancias crean en esta sinfonía tensiones tremendas que solo se resuelven en un episodio transitorio de calma y lirismo extremo.

Aunque su música suena extremadamente "moderna" por el uso frecuente de disonancias y procedimientos atonales, Pettersson nunca se adscribió al dodecafonismo o al serialismo y su estilo de composición es sumamente personal.