Tras estos ataques, el Mosad israelí puso en acción la Operación Cólera de Dios.
En 1973, agentes del Mosad mataron a un inocente, un desafortunado camarero marroquí, Ahmed Bouchiki, en lo que se conoció como el caso Lillehammer, ocurrido en Noruega, y al que habían confundido con Salameh, conllevando el arresto de seis agentes israelíes, incluyendo dos mujeres.
La pareja pasó su luna de miel en Hawái y luego se quedó en Disneyland (California).
[1][10] Tras el incidente Lillehammer se desencadenó un sentimiento de indignación internacional ante el asesinato erróneo que obligó a la primera ministra Golda Meir a suspender la Operación Cólera de Dios.
[11] La investigación noruega que se llevó a cabo y las revelaciones de los agentes capturados comprometieron a los activos del Mosad en Europa, incluyendo pisos francos, agentes y operativos.
Sin embargo, cinco años más tarde se decidió reanudar la operación bajo el mandato de un nuevo primer ministro, Menachem Begin, y buscar a aquellos miembros de la lista todavía con vida.
Se intensificaron los apoyos al Mosad con la Operación codificada como Rebelde (quemado), estando a cargo de Michael Harari.
A finales de ese año, un agente libanés que trabajaba para la inteligencia militar israelí dio información clave sobre el objetivo.
Algún tiempo después de su llegada, un Volkswagen cargado con explosivos plásticos fue estacionado en la Rue Verdun, a la vista del apartamento alquilado.
Los explosivos fueron detonados desde el apartamento usando un dispositivo de radio, matando a todos los pasajeros del vehículo.