Que los españoles continuaron designándola con esta última denominación hasta el año de 1342, lo demuestran también muchos hechos referidos por escritores recomendables.
En el sitio de Requena (Anales toledanos, página 400) ocurrido en el año 1219, atacaron los castellanos la plaza con algarradas.
Cuando el rey Fernando atacó Sevilla, los árabes, según la Crónica general de España (fol.
222) emprendida por los cruzados mandaron estos construir algarradas para tirar piedras.
El mismo Clonard en su Discurso sobre el traje antiguo recoge prudentemente lo que arriba anticipa sobre artillería, y se repite en esta otra forma: Parece que la libra a que hacen referencia los Anales Toledanos primeros en el sitio de Requena, fue otra especie de almojaneque o algarrada y si la palabra es verdaderamente latina significa balanza y en este caso viene bien el sentido y el uso para disparar piedras.