Una vez puesto al frente de la cartera del interior, dejó de prestar servicios como secretario general del Ejército Argentino, su último destino militar.
[8] El disenso interno entre el representante del Ejército Argentino en la Junta Militar de Gobierno, el Teniente General Cristino Nicolaides, y los jefes de la Armada Argentina, el Almirante Jorge Isaac Anaya y de la Fuerza Aérea Argentina, el Brigadier General Basilio Arturo Ignacio Lami Dozo, le permitió ocupar interinamente el cargo de presidente hasta el 1 de julio.
La Junta Militar se disolvió debido a que la Fuerza Aérea y la Armada no aceptaban que el general de División retirado Reynaldo Bignone, propuesto por el Ejército, asumiera la presidencia.
Tras la partición de la junta, el Ejército Argentino se hizo cargo enteramente del poder e impuso a Bignone, quien asumió inmediatamente el cargo, anunciando el inicio del proceso de entrega del poder a las autoridades civiles.
[9] Sin embargo, el gobierno volvería a estar repartido equitativamente entre la Armada, la Fuerza Aérea y el Ejército.