Pero en el transcurso de la actividad hubo ventisca y las temperaturas bajaron mucho.
Días más tarde apareció en la aldea base y ante las preguntas por sus compañeros de viaje respondió que habían muerto congelados.
En una ocasión Packer confesó que se había comido a sus compañeros de viaje.
Un explorador encontró en la montaña los restos de los cinco hombres sin piel en el cuerpo.
En el juicio confesó haber comido carne humana y matado a uno de ellos en legítima defensa.