[1] Muerte este en la niñez, Alfonso heredó el título en 1485, bajo la tutela de su madre.
[3] Durante estos años debió enfrentarse a los intentos del rey Fernando de vender el ducado a los acreedores de la casa ducal, cosa que finalmente no ocurrió.
[3] Aunque casi llegó a embarcarse con el Gran Capitán en su viaje a Italia, el monarca dispuso que se quedase en la península para servir en la guerra navarra.
En 1512 vuelve a aparecer allí como capitán general de las tropas aragonesas, por cuanto estas no querían ser lideradas por un general castellano: «Se tomó por medio al principio que las llevase Don Alonso de Aragón, Duque de Villahermosa, que era de la Casa Real, pues el Reino se tenía por agraviado que estuviesen debajo de Capitán General castellano, y no querían obedecer al duque de Naxera».
[6] Por falta de este señor sin hijos varones legítimos, sucedería su sobrino el conde de Ribarzoga o su hijo varón, y si aún estos fallecieren sin lograr sucesión, el mayorazgo debería recaer en la hija mayor del príncipe de Salerno o, en su defecto, en la hija mayor del mismo conde de Ribarzoga, y por su falta al hijo mayor del conde de Albaida.