[2] Es por ello por lo que los expertos consideran que el origen de la alfafería en Potries puede remontarse al Neolítico, lo cual queda probado en los restos del yacimiento arqueológico Neolítico situado en la montaña de los “Peñascos” y su necrópolis, situada en una zona llana cerca del río Serpis.
Y en esta época en Potries había un espacio, cerca del casco urbano, conocido como “canterería”, dedicado a la producción alfarera.
Se solían disponer alineados por una estrecha callejuela que permitía acceder a los mismos.
Esta casa estaría situada entre la calle de la Font y la acequia del Rebollet.
[2] Esta producción alfarera fue mejorando en técnica y calidad de los productos fabricados a lo largo del siglo XIX.
Estas cacharrerías estaban organizadas por familias, aunque en ocasiones se compartían recursos como los hornos.
Su alfar se cerró al jubilarse Ángel Domínguez, ya que ninguno de us hijos quiso continuar con su oficio.
[2] La casa, situada dentro del casco urbano de la localidad, aunque ya en la zona más exterior, en la misma calle donde se ubicaban otras cuatro alfarerías; por producir polución este tipo de actividad industrial.
Es en la planta baja, en concreto en sus dos primeras crujías, donde se situaba la vivienda familiar, mientras que la tercera crujía y la planta superior (que era una cámara diáfana de mayor altura por la utilización de pilares y arcos ciegos, sin separaciones intermedias) se utilizaban para el sector artesanal, en concreto para barnizar las piezas y almacenarlas hasta llevarlas al horno.
El combustible se introducía en la cámara de fuego por un espacio previo a la misma.