Sufrió cuatro largas operaciones y prolongado tratamiento médico durante los siguientes 10 meses.
En las distintas biografías publicadas sobre su vida, como la de María Victoria Molins o Miguel Ángel Monge, se refleja cómo Alexia aceptó su enfermedad y decidió ofrecer su sufrimiento y sus limitaciones físicas por la Iglesia, por el Papa y por los demás; destacando su fortaleza, paz y alegría, que fueron constantes a lo largo de su enfermedad.
[cita requerida] Murió a los 14 años a causa de un proceso tumoral en la columna vertebral conocido como sarcoma de Ewing.
El director afirmó que todo lo que aparece en la película tiene base real y que intentó retratar a una familia del Opus Dei con una hija en trance de muerte, realizando una exhaustiva investigación «sobre otros casos de "olor de santidad" y sobre el modo de operar del Opus Dei», conduciéndose como un «espectador neutral».
La familia de Alexia afirmó en un comunicado que «en ningún momento ha existido ni existe relación, colaboración o participación de ninguna clase con el director, guionista, productor o cualquier otra parte responsable de tal ficción».