Alexander Dalrymple

Robó a los españoles importantes cartas náuticas cuando fue el último gobernador británico de Manila.

Así, saquea sobre todo la importantísima biblioteca del gran convento agustino de San Pablo.

En 1769, publicó un plan para extender el comercio de Gran Bretaña en esa región.

Pero en este su segundo viaje (de 1772 a 1775) todavía seguía sin demostrarse su existencia.

Estuvo embarcado en la búsqueda de un continente meridional y se sintió amargamente decepcionado cuando seleccionaron a Cook, en su lugar, como comandante de la expedición que finalmente encontraría Australia, en 1770.