También fue el padre del pintor Valentín Serov.
Tempranamente en su vida, Serov tuvo una amistad con el crítico Vladímir Stásov, pero más adelante ambos se enemistaron por desacuerdos sobre importancia relativa de las dos óperas de Mijaíl Glinka.
La admiración de Serov por Richard Wagner hizo que no le agradara el Grupo de los Cinco, en especial el joven crítico César Cui, quién, como Stásov, había estado en mejores términos con Serov anteriormente.
Aunque las óperas Judith y Rogneda (véase Rogneda) de Serov fueron bastante exitosas en su época, ninguna de estas es interpretada frecuentemente en el presente.
Una grabación en CD de Judith (con algunos recortes) fue hecha en 1991 por un grupo del Teatro Bolshói bajo la dirección de Andréi Chistiakov.