Aleksandr Deineka

También realizó numerosas pinturas de personas practicando deporte.También pintó obras de exaltado tono patriótico y épico, como La defensa de Petrogrado (1928), que recibió grandes elogios por su vibrante composición, que rompía con la pintura historicista del XIX.Esta obra ha quedado como una de las más representativas del autor e influyó mucho en los pintores coetáneos.En 1935 viajó por Estados Unidos, Francia e Italia, enviado por una misión oficial, y pintó delicados paisajes de los lugares que conoció.Deineka ganó los más importantes galardones de la Unión Soviética.