Cursó sus estudios en la Universidad de Moscú y luego en la Academia Teológica de Moscú.
Toda la vida eclesiástica de Alejo I se desarrolló bajo el régimen comunista y oficialmente ateísta de la ex Unión Soviética, con cuyas autoridades intentó mantener un delicado equilibrio, evitando una confrontación excesiva que pusiera en peligro a la Iglesia, y a la vez procurando lograr un cierto margen de libertad religiosa en un ambiente hostil.
En 1946 Alejo I presidio la controvertida "reunificación" de la Iglesia greco-católica ucraniana con la Iglesia Ortodoxa rusa, vista por muchos bajo la presión del gobierno estalinista.
Luego, en 1958, los cristianos ortodoxos rusos soportaron una nueva ola de persecución, llevada mayormente a cabo con el cierre de iglesias por el nuevo líder soviético Nikita Jrushchov.
A su muerte lo sucedió el Patriarca Pimen I (Izvékov) de Moscú.