Alejandro el Acemeta

[3]​ En Edesa incendió un templo pagano, lo que le valió ser llevado ante el gobernador, Rábulo, quien escuchó sus razones y terminó no sólo bautizándose sino convirtiéndose en el primer obispo de Edesa.[4]​ Él los organizó en diferentes coros, según la nacionalidad de cada uno, griegos, sirios, coptos y latinos.La liturgia de dichos monjes consistía en una alabanza continua a Dios, para ello los monjes se turnaban día y noche, por eso tomaron el nombre de acemetas (del griego: Άκοίμηται), que quiere decir «los que no duermen».[5]​ Alejandro regresa a Constantinopla, pero su estilo de vida choca con el clero local y con las autoridades civiles.Sin embargo sus discípulos acemetas, en la antigüedad, hicieron lo posible por lograr mantener su culto.