Alcanó

El término municipal, ubicado en la comarca del Segriá, tiene una población de 239 habitantes (INE 2024).

Quizá dentro vino la leyenda que da nombre a Alcanó, que con las continuas luchas, los cristianos, una vez conquistado el "aduar", hay construyesen un cañón "lanza piedras" contra los árabes que venían de Lérida y de aquí el grito "Al cañón"; lo cual no ha sido pero ratificada con ningún escrito fidedigno.

Es a partir del siglo XII, cuando Ramón Berenguer IV reparte todos sus bienes conquistados a los caballeros de la nobleza y órdenes religiosas, entre las que destaca los Templarios, con el gran maestro Guillermo de Moncada.

Pero hasta el siglo XVI el cura no tuvo título de "Rector".

Por tradición oral, se sabe que esta primitiva iglesia era en el lugar de la casa conocida actualmente como "Cal Mingo o antiguo café".

Sus herederos son consignados como señores de Alcanó, Sunyer y Tabaco.

(Este extracto es sacado de una memoria hecha por Mosén Sebastián Masip).

En el año 1835, con motivo de la implantación del nuevo derecho constitucional, el pueblo fue regido por Ayuntamiento propio y el año 1851-52 con virtud del concordato entre la Santa Sede y la Corona de España fueron vendidas las tierras a particulares .

A mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 412 habitantes.

El cañón es un señal parlante tradicional referente al nombre del pueblo.

Fuente del saladar