Alborache

[3]​ Esta proviene del árabe البريج (al-buraīĝu), «la torreta», el mismo origen que otros topónimos como Alborax, Alboraya o Alborea.

[2]​ En la época musulmana era una alquería constituida en torno a una torreta (al-buraīĝ) de la que no quedan restos.

[2]​ El lugar permaneció poblado principalmente por musulmanes (luego forzosamente convertidos en moriscos hasta su expulsión definitiva en 1611,[2]​ que redujo la población a la mitad.

Alborache contaba con unos 90 habitantes tras la expulsión de los moriscos (1611), que habían aumentado a 135 en 1713 y 435 en 1787.

[2]​ Durante el siglo XIX y principios del XX creció hasta superar los 1100 habitantes en 1910.

Después se produjeron pérdidas constantes por emigración, quedando 768 habitantes en 1981, si bien el regreso de pensionistas y la inmigración han vuelto a elevar el número de habitantes.

[2]​ Desde mediados del siglo XX el crecimiento se ha producido sobre todo en torno a la carretera de Buñol.

[2]​ La agricultura apenas ha variado en las últimas décadas, con 301 ha de secano donde predominan las viñas y los olivos.

[10]​ Alborache está gobernada por una corporación local formada por concejales elegidos cada cuatro años por sufragio universal que a su vez eligen un alcalde.

La Ruta de los Molinos arranca en el Charco Azul, un manantial de aguas cristalinas que creó una pequeña corriente que, tras atravesar una chopera, desemboca en el río Buñol.

Además de acondicionar el recorrido cuenta con algunos paneles que informan sobre los antiguos molinos que encontramos a nuestro paso y sobre algunas de las construcciones realizadas para el aprovechamiento del agua.

Ayuntamiento de Alborache.
Iglesia de Santiago Apóstol.
Albergue «Torre de Alborache».