Organizó expediciones a la Tierra del Fuego, donde exploró por primera vez picos que se conocían solamente a través de algunos mapas y donde, además, descubrió otras cumbres, muchas de las cuales deben su nombre al misionero salesiano.
Logró llegar a la cima del Monte Olivia, en Ushuaia, Argentina.
También entró en contacto con los indígenas australes: los selknam, a quienes describió en varias obras y retrató por medio de numerosas fotografías, los yámana, alacalufes, tehuelches y araucanos.
Como fotógrafo hizo un trabajo exhaustivo documentando gráficamente paisajes naturales de una zona casi desconocida hasta entonces, y las tribus de naturales del lugar.
Su obra obtuvo premios en Italia y Brasil, y se hicieron exposiciones en varias ciudades de Chile.